Orígenes
Cómo empezó todo
Ante la necesidad de intercambiar bienes y productos, el Qhapaq Ñan comenzó como un camino tropero que conectaba a las distintas comunidades indígenas de cada zona. Con el surgimiento del Cusco como el nuevo centro administrativo y político de las poblaciones, el imperio Inca comenzó un proceso de expansión de su poderío basado en el intercambio de provisiones los cuales se realizaban a través de esta ruta.
Para explicarlo mejor

Las distintas comunidades a lo largo de Los Andes comenzaron a consumir frutas, verduras y hortalizas.

Como forma de generar interacción entre los poblados, se comenzaron a producir intercambios de comida y provisiones.

Para esto era necesario trasladarse a través de las rutas troperas.


Cultura arqueológica que se expandió por Bolivia, Perú y Chile. Teniendo el lago Titicaca como eje central y abarcando gran terreno del desierto de Atacama.

El Tiwanaku proporcionó una gran cantidad de avances en textiles, cerámica y sobre todo en arquitectura.

Pudiendo ver muchos de estos avances a lo largo del Qhapaq Ñan.




El inca triunfó en toda la extensión del Qhapaq Ñan, a través de una muy buena administración, en la cual incluían a los lideres de distintas comunidades.

Los Incas solamente estuvieron entre 60 y 90 años en esta zona, este periodo fue necesario para extraer lo más importante de cada comunidad.

Esta civilización se dedicó especialmente a remodelar y mantener el Qhapaq Ñan en el mejor estado posible, ya que les permitía el tránsito dentro del Tahuantinsuyo.


El Qhapaq Ñan les dio a los españoles acceso a todos los rincones del Tahuantinsuyo.

De esta manera establecieron nuevas ciudades y fundaron Lima como la capital de la colonia.

Despojaron a Cusco de su poder y la remodelaron con catedrales, salas públicas y casas de estilo español.




Los descendientes de las comunidades inca mantienen numerosas tradiciones, celebraciones y religiones, como la veneración a la Pachamama (Madre Tierra).

A pesar de que gran parte del Qhapaq Ñan ha desaparecido, algunas comunidades aún utilizan tramos de este camino.

Logrando así una conexión tanto física como espiritual.


Finalmente, en el 38 Comité de Patrimonio Mundial, realizado el 2014, la UNESCO decide incluir al Qhapaq Ñan a la Lista de Patrimonio Mundial.